Los negocios de consumo masivo poseen la complejidad de manejar diversas etapas de la generación de valor del producto final. Si bien, existe la posibilidad de tercerizar servicios como la logística, debe existir un balance entre la producción, los canales de venta, los clientes, la logística y la rentabilidad del producto. Lo anterior si bien suena obvio, es de gran complejidad en ambientes competitivos, donde variables como el precio, promociones, costos logísticos, atomización de clientes, etc., generan la necesidad de contar con herramientas analíticas suficientes para enfrentar este desafío y adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.